¿Qué es el procedimiento de la Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que permite a particulares y autónomos renegociar o cancelar sus deudas cuando se encuentran en una situación de insolvencia. El objetivo es ofrecer una nueva oportunidad a las personas que, por circunstancias adversas, no pueden cumplir con sus compromisos financieros y quieren evitar un endeudamiento permanente.
¿Qué ley lo ampara?
En España, la Ley de Segunda Oportunidad está regulada por el Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo. Esta normativa, conocida coloquialmente como ley concursal, establece las bases del procedimiento, así como los requisitos que deben cumplirse para conseguir la exoneración o el refinanciamiento de las deudas.
En términos generales, la ley regula dos tipos de procedimientos, dependiendo de si el deudor tiene o no bienes realizables para asumir sus deudas.
¿A quién va dirigida?
Esta ley está destinada a personas físicas, tanto particulares como autónomos, que han acumulado deudas y no pueden afrontarlas, siempre que cumplan con el requisito de actuar de buena fe. Esto implica, entre otras cosas, no haber sido sancionado por infracciones tributarias graves en los últimos 10 años o no haber contraído deudas de manera irresponsable.
Por tanto, es un procedimiento pensado para quienes, a pesar de haber actuado de buena fe, han visto reducida su capacidad de pago y necesitan una solución para empezar de nuevo sin cargas financieras insostenibles.
¿Qué procedimiento se debe seguir para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
El proceso de Segunda Oportunidad puede seguirse de dos maneras:
1.-Concurso sin masa: Se aplica cuando el deudor no tiene bienes que liquidar o si los tiene, no compensa liquidarlos. En este caso, si ningún acreedor lo solicita expresamente, no se nombra a un administrador concursal, lo que hace que el procedimiento sea más ágil y rápido.
2.-Concurso ordinario: Se aplica cuando el deudor sí tiene bienes que pueden liquidarse, ya que su valor permite satisfacer total o parcialmente las deudas. La ley permite al deudor elegir entre cumplir un plan de pago acordado con los acreedores o liquidar sus bienes y solicitar la exoneración de los importes que no puedan cubrirse con la venta de sus activos.
¿Cuánto tiempo tarda aproximadamente en resolverse?
El tiempo puede variar dependiendo de la complejidad del caso, el tipo de procedimiento y el juzgado encargado. Por lo general, un concurso sin masa puede tardar entre 6 y 12 meses, mientras que un concurso ordinario suele durar entre 10 y 18 meses.
¿Cuáles son los costos aproximados?
Los costos del procedimiento varían según el tipo de concurso y si se nombra o no un administrador concursal. Un concurso sin masa tiene un coste aproximado de entre 2.500 y 3.000 euros, mientras que un concurso ordinario puede costar entre 3.000 y 4.000 euros.
¿Todas las deudas son exonerables?
Aunque la mayoría de las deudas pueden ser exoneradas, la ley prevé excepciones. Algunos ejemplos de deudas no exonerables son:
- Deudas por alimentos.
- Deudas por responsabilidad civil derivadas de delitos.
- Multas en procesos penales.
- Sanciones administrativas muy graves.